Putin: «Occidente hizo posible el liderazgo nazi en Alemania y ahora lo intenta hacer en Ucrania»
El presidente de Rusia: "El propio pueblo ucraniano es un rehén de Occidente"
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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha lanzado un duro mensaje a Occidente durante su discurso anual al Senado del país y en una semana donde se cumple el primer aniversario de la invasión del territorio ucraniano. «Tienen que entender [los países occidentales] que es imposible destruir a Rusia en el campo de batalla», afirmó con rotundidad el dirigente ruso. «En función del tipo de armamento que llegue a Ucrania, cuanto más peligroso sea, más esfuerzo vamos a poner para apartar la amenaza de nuestras fronteras. Buscan un fracaso estratégico de Rusia, terminar con Rusia, quieren convertir el conflicto local en un enfrentamiento global. Así es como lo entendemos y así es como vamos a reaccionar porque en este caso se trata de la propia supervivencia de nuestro país», añadió ante un auditorio repleto de los principales representantes políticos, empresariales y sociales del país.
El discurso de Putin arrancó pasadas las 10:00 de la mañana y tuvo su primer bloque, de media hora, destinado a hablar de Occidente en la guerra de Ucrania y la labor que Rusia está realizando. Su mensaje, como era de esperar, estuvo repleto de interpretaciones muy sesgadas de la historia y la realidad. «Ellos desencadenaron la guerra. Nosotros utilizamos la fuerza para parar esta guerra. Nosotros protegemos la vida de la gente, nuestras casas, pero el objetivo de Occidente es apoyar el régimen de Kiev», añadió Putin.
Para él, «Rusia no está en guerra con el pueblo de Ucrania. El propio pueblo ucraniano es un rehén de la política ucraniana y de sus dueños occidentales que básicamente ocuparon este país en el sentido político y militar. A lo largo de los años han saqueado, destruido e incrementado la pobreza y la desigualdad en Ucrania. Es un hecho. La responsabilidad por la escalada ucraniana la tienen las autoridades occidentales».
«Nosotros» y los «otros»
El discurso de Putin, con pocas alusiones directas a EEUU o a terceros países, trató de distinguir el «nosotros», los rusos, frente a los «otros» para referirse a Occidente. «Nosotros hemos hecho todo lo posible para resolver este problema de manera pacífica. Sin embargo, a nuestras espaldas se preparaba otro panorama. Los líderes occidentales hablaban de la paz en el Donbás pero ahora resulta que esto era mentira y ayudaban a los nazis ucranianos, se entrenaba a los militares ucranianos y también les proporcionaban armas», dijo.
«Estados Unidos y la OTAN desplegaron cerca de nuestras fronteras sus bases militares y sus laboratorios biológicos. Preparaban al régimen de Kiev para una gran guerra y hoy lo reconocen públicamente», subrayó. También acusó a los países occidentales de dilapidar sus economías con el gasto militar en Ucrania: «Los países del G7 han asignado 150.000 millones a la guerra ucraniana y ¿dónde están las conversaciones sobre el medio ambiente y la lucha contra la pobreza?»
Putin se presentó, además, como una víctima de Occidente cuando afirmó que «estuvimos abiertos para un diálogo sincero con Occidente. Nosotros queríamos negociar un tipo de seguridad colectiva pero nos engañaron. Establecieron sistemas de defensa antiaérea en Europa y Asia, también bases militares cerca de las fronteras rusas».
La confianza y apoyo de la sociedad rusa con el presidente es bastante elevada a tenor de los sondeos. Por eso, Putin quiso devolver públicamente el agradecimiento a sus conciudadanos: «Todos estamos orgullosos de nuestro pueblo multinacional. La gran mayoría de ciudadanos tiene una postura bien clara respecto a la operación militar en Ucrania. Han entendido cuáles son nuestros objetivos. Esto es el verdadero patriotismo de nuestro pueblo, que es un sentimiento propio de nuestro pueblo. Se trata de unir el destino de cada persona al destino del de su país».
Lecciones de historia
El presidente de Rusia se remontó a episodios históricos para proseguir su discurso antioccidental, del que no se desprendió ninguna posibilidad de disposición a terminar con la guerra. «Destruyeron [los países occidentales] Yugoslavia, Irak, Libia y Siria y esa es su culpa. El honor no es un concepto para Occidente, durante muchos siglos de imperialismo se acostumbraron a que todo era posible para ellos y resulta que tratan a sus propios pueblos de la misma manera. Los engañan con resoluciones políticas, incluso en la ONU. Occidente es un símbolo de mentira total».
En este sentido, aseguró que antes de la Segunda Guerra Mundial «Occidente hizo posible el liderazgo nazi en Alemania y ahora lo intentan hacer en Ucrania. Este proyecto no es nada nuevo. La gente que conoce la historia sabe que ese proyecto apareció en siglo XIX y fue creado para para arrebatar los territorios históricos, que hoy se llaman Ucrania, de nuestro país. Y no hay nada nuevo, Occidente apoyó el golpe de 2014 en Ucrania. Fue un golpe sangriento constitucional, pero como si no hubiera pasado nada.
La ideología de esta política es de rusofobia. Una formación ucraniana ahora se llama edelweiss, como una división de Hitler que hizo terribles cosas en Europa. La guardia nacional de Ucrania usa insignias de la Alemania nazi. No intentan ocultar de quién son herederos, pero en Occidente nadie quiere verlo, porque no les importa nada».
Para el presidente ruso, «Occidente apoya los golpes de estado en todo el mundo y su objetivo es provocar una guerra en Europa y con las manos ajenas eliminar a los contrincantes».
Rusofobia occidental
La batalla cultural fue otra de las alusiones que el presidente de Rusia empleó en su mensaje. Se presentó ante la audiencia como el garante de los valores tradicionales y conservadores frente a la «degradación» occidental. «Miren qué hacen con sus propios pueblos. Destruyen el concepto de la familia, de identidad nacional, la educación de los niños, la pedofilia se convierte en una norma. A los sacerdotes les obligan a aceptar los matrimonios gais. La gente puede vivir como quiera. Nadie se va a meter en la vida privada. No lo vamos a hacer pero miren, por favor, la Biblia y los libros sagrados de otras creencias religiosas. Ahí se dice que una familia es la unión entre un hombre y una mujer», dijo.
Arremetió también contra la iglesia anglicana que «tiene planeado estudiar la idea de un Dios de sexo neutral. No saben lo que están haciendo. Millones de personas en Occidente entienden que los llevan a un abismo espiritual. Las élites básicamente se han vuelto locas y parece que esta tendencia no se va a controlar, pero es su problema. Nosotros debemos proteger a nuestros hijos. Los vamos a proteger de la degradación de Occidente».